La demanda de alquileres sigue siendo inferior a la capacidad de oferta del mercado, debido a la situación de incertidumbre a pesar que los anuncios son moderados y que la temporada estival está a pleno, pero con alquileres pactados antes de las resoluciones para el sector inmobiliario.
La demanda sigue siendo importante y el mercado sigue siendo cauteloso. A pesar de la posibilidad de las operatorias en moneda extranjera, una diferencia importante respecto a períodos anteriores con restricciones de compra de moneda extranjera, el mercado se encuentra en espera de normas claras.
Al consumo, el primer ítem que ha comenzado a agilizarse, le sigue el de la vivienda.
Han retornado créditos y propuestas, el nivel de construcción se ha mantenido estable que el precio de los insumos básicos no ha crecido en proporción.
La solidez del sector se ha demostrado enfrentando crisis alternativas y la construcción sostenida.
Sobre todo con las tendencias de los nuevos consumidores, que prefieren los modelos de calidad de vida en consonancia con lo natural y las necesidades resueltas en base al núcleo familiar.
Es en esa dirección que las propuestas de barrios cerrados y abiertos de la zona sur son negocios encadenados con inversiones cuyo resultado es un crecimiento moderado pero sostenido en producción, construcción y mejoramiento de infraestructura.
La construcción de nuevos barrios propone nuevas formas de negociar, no sólo por alquileres, sino para la compra, tratando con inmobiliarias comercializadores en capacidad de tratar el financiamiento.
La competencia internacional, en destinos como España, país que sufre una recesión como efecto de la burbuja con una línea de negocios en competencia con otros destinos del mundo, sufre una comparación con la infraestructura urbana; en la zona sur de Argentina, la obras de saneamiento ambiental y nuevos proyectos de tratamiento de fluido, combinados con el costo del suelo, muy conveniente, resultó en barrios residenciales, con propuestas del siglo presente: energía y deportes, entretenimientos y confort; una apuesta a la calidad de vida.
Aunque el traslado ya no es una condición cuando se elige vivienda, la propuesta está a pocos minutos de la capital, en accesos fáciles y seguros.
Las residencias, de alta gama y servicios de hotelería, cuentan con infraestructura renovada de cara a lagos y rodeada de ambiente natural.
El problema de la construcción usual es que lo disponible no se ajusta a la demanda, en cambio, los barrios residenciales de la zona sur se han planeado cuidadosamente bajo pedido y supervisión de los clientes mismos, algunos participando directamente en la construcción de la propiedad, otros con servicios especiales, todo con un objetivo común: respeto por la naturaleza y atención al cuidado energético.
Los analistas razonan que mientras en otras localizaciones para inversión inmobiliaria el proceso político del país interfiere con las operatorias, en Argentina tal coyuntura no ha afectado la tendencia a pensar en el futuro; el negocio inmobiliario siempre ha sido un caso de inversión a largo plazo, mientras tanto el alquiler es una posibilidad transitoria en las que las políticas económicas tienen mayor influencia que en la operatoria de compra.
Las perspectivas para el presente año se encuentran de cara a nuevas construcciones, preparadas para nuevos hábitos y la posibilidad de financiamiento a cargo de las inmobiliarias desarrolladoras, nos comentan desde la inmobiliaria Mazzei.
Las posibilidades se mantienen a pesar de la coyuntura política.
Cartón resistente, una idea de un diseñador chino que promete ingresar en el mercado de decoración de interiores, industria del mueble y otras opciones.
La burbuja inmobiliaria provoca efectos secundarios, cualquiera con una propiedad arma un sitio para atendión turística sin tener la menor idea de cómo se lleva adelante un servicio de hotel.